Alimentación en el embarazo: mitos y realidades

La alimentación durante el embarazo es un factor muy importante en la salud de la madre y el bebé. Sin embargo, existen muchos mitos y desinformación en torno a este tema. En este artículo, vamos a desmentir algunos de los mitos más comunes y aclarar las realidades sobre la alimentación durante el embarazo.

Introducción

La alimentación durante el embarazo es un factor muy importante en la salud de la madre y el bebé. Sin embargo, existen alimentos prohibidos en el embarazo así como muchos mitos y desinformación en torno a este tema. En este artículo, vamos a desmentir algunos de los mitos más comunes y aclarar las realidades sobre la alimentación durante el embarazo.

Mito 1: «Debes comer por dos»

Uno de los mitos más extendidos es que durante el embarazo debes comer el doble de lo que normalmente consumes. Esto no es cierto. Si bien es cierto que necesitas consumir más calorías para mantener tu salud y la del bebé, no es necesario duplicar tu ingesta diaria de alimentos. Lo más importante es asegurarte de que estás obteniendo los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé.

Realidad 1: «Calidad sobre cantidad»

Alimentación en el embarazo
Alimentación en el embarazo

En lugar de enfocarte en comer más, debes centrarte en comer alimentos de calidad. Esto significa optar por alimentos nutritivos y equilibrados que proporcionen los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé. Prioriza alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, pescado, legumbres y lácteos. También es importante consumir una variedad de frutas y verduras para obtener vitaminas y minerales esenciales.

Mito 2: «No puedes comer pescado»

Existe la creencia de que durante el embarazo no se debe consumir pescado debido al riesgo de contaminación por mercurio. Si bien es cierto que algunos tipos de pescado contienen niveles más altos de mercurio y deben evitarse, muchos otros son seguros y beneficiosos para el desarrollo del bebé. Los pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón y las sardinas, son especialmente recomendados durante el embarazo debido a sus beneficios para el desarrollo cerebral del bebé.

Realidad 2: «Elige pescados seguros para tu alimentación en el embarazo»

Alimentación en el embarazo

Es importante informarte sobre los tipos de pescado que son seguros para consumir durante el embarazo. Algunas opciones seguras incluyen el salmón, las sardinas, el atún claro enlatado y el bacalao. Estos pescados son ricos en ácidos grasos omega-3 y son una excelente fuente de proteínas. Evita consumir pescados grandes y depredadores, como el tiburón y el pez espada, ya que pueden contener niveles más altos de mercurio.

Mito 3: «Debes evitar los lácteos»

Hay quienes creen que durante el embarazo se deben evitar los lácteos debido a su contenido de grasa y a la posibilidad de intolerancia a la lactosa. Sin embargo, los lácteos son una excelente fuente de calcio y otros nutrientes esenciales para el desarrollo del bebé y la salud ósea de la madre.

Realidad 3: «Elige lácteos bajos en grasa»

Si tienes intolerancia a la lactosa, puedes optar por lácteos sin lactosa o alternativas como la leche de almendras o la leche de soja fortificada con calcio. Si no tienes problemas de intolerancia, puedes consumir lácteos bajos en grasa, como yogur griego, queso cottage o leche descremada. Estos lácteos proporcionan los nutrientes necesarios sin aportar un exceso de grasa.

Mito 4: «No puedes consumir huevos crudos o mal cocidos en tu alimentación en el embarazo.

Existe la creencia de que durante el embarazo se deben evitar los huevos crudos o mal cocidos debido al riesgo de salmonela. Si bien es cierto que la salmonela puede representar un riesgo durante el embarazo, esto no significa que debas evitar por completo los huevos.

Realidad 4: «Cocina los huevos adecuadamente»

La clave está en cocinar los huevos de manera adecuada para eliminar cualquier riesgo de salmonela. Asegúrate de que los huevos estén completamente cocidos antes de consumirlos. Evita los huevos crudos o parcialmente cocidos, como los huevos fritos con la yema líquida o los huevos benedictinos. Cocinar los huevos de forma segura te permitirá disfrutar de sus beneficios nutricionales sin correr riesgos.

Mito 5: «No puedes comer carnes frías»

Se cree que durante el embarazo se deben evitar las carnes frías debido al riesgo de toxoplasmosis, una infección causada por un parásito presente en algunos alimentos crudos o mal cocidos. Sin embargo, no todas las carnes frías representan un riesgo.

Realidad 5: «Elige carnes frías seguras»

Si quieres disfrutar de carnes frías durante el embarazo, asegúrate de elegir opciones seguras. Opta por carnes frías que hayan sido procesadas y envasadas de manera segura, como el jamón cocido o el pavo en lonchas. Estas carnes han sido sometidas a un proceso de cocción que elimina cualquier riesgo de toxoplasmosis. Evita las carnes crudas o mal cocidas, como el jamón serrano o el roast beef.

Conclusión sobre la alimentación en el embarazo.

La alimentación durante el embarazo es crucial para la salud de la madre y el bebé. Es importante desmentir los mitos y tener en cuenta las realidades sobre la alimentación durante esta etapa. Recuerda que no se trata de comer por dos, sino de priorizar la calidad de los alimentos y asegurarte de obtener los nutrientes necesarios. Consulta siempre a tu médico o nutricionista para obtener recomendaciones personalizadas y disfruta de una alimentación saludable durante el embarazo.

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